21 diciembre 2007
fragmento de 'Ene', de J. Carrión
sin más
16 diciembre 2007
cortazariano

"-Yo creo que te comprendo -dijo la Maga, acariciándole el pelo-. Vos buscás algo que no sabés lo que es. Yo también y tampoco sé lo que es. Pero son dos cosas diferentes. Eso que hablaban la otra noche... Sí, vos sos más bien un Mondrian y yo un Vieira da Silva.
-Ah -dijo Oliveira-. Así que yo soy un Mondrian.
-Sí, Horacio.
-Querés decir un espíritu lleno de vigor.
-Yo digo un Mondrian.
-¿Y no se te ha ocurrido sospechar que detrás de ese Mondrian puede empezar una realidad Vieira da Silva?
-Oh, sí -dijo la Maga-. Pero vos hasta ahora no te has salido de la realidad Mondrian. Tenés miedo, querés estar seguro. No sé de qué... Sos como un médico, no como un poeta.
-Dejemos de poetas -dijo Oliveira-. Y no lo hagás quedar mal a Mondrian con la comparación.
-Mondrian es una maravilla, pero sin aire. Yo me ahogo un poco ahí adentro. Y cuando vos empezás a decir que habría que encontrar la unidad, yo entonces, veo cosas muy hermosas pero muertas, flores disecadas y cosas así.
-Vamos a ver, Lucía: ¿Vos sabés bien lo que es la unidad?
-Yo me llamo Lucía pero vos no tenés que llamarme así -dijo la Maga. La unidad, claro que sé lo que es. Vos querés decir que todo se junte en tu vida para que puedas verlo al mismo tiempo. ¿Es así, no?
-Más o menos -concedió Oliveira-. Es increíble lo que te cuesta captar las nociones abstractas. Unidad, pluralidad... ¿No sos capaz de sentirlo sin necesidad de ejemplos? No, no sos capaz. En fin, vamos a ver: tu vida, ¿es una unidad para vos?
-No, no creo. Son pedazos, cosas que me fueron pasando."
Fragmento capítulo XIX, Rayuela
10 diciembre 2007
reflexión II
05 diciembre 2007
04 diciembre 2007
Poética (II)
24 noviembre 2007
Ella (VI)
22 noviembre 2007
reflexión
16 noviembre 2007
poética
14 noviembre 2007
Ella (IV)
17 octubre 2007
04 julio 2007
I
13 junio 2007
Prefacio
Calle Salustiano Olózaga. Librería Hiperión
Calle Cabanelles. No hay librería
Bibliomaquia
Amo la oscura espalda
que asume la ciudad cuando atardece.
Bajo su toldo inevitable
alguna vez escribo.
Sobre todo, los sueños. Dónde irá
la gente, tan deprisa,
desandando esta ausencia de pájaros, buscando
refugio en los portales de la noche.
Porque los coches no saben su camino
y van como animales en querencia
a la casa, sin dudas, entre besos
que nos duran el tiempo de un semáforo
y un poco más; porque decir mañana
es casi discutir el más allá
(...) pero
del corazón espero
el latido que alumbra la mañana,
la hiperestesia urbana
y en la ventana sigo
viendo palidecer a las estrellas
en soledad conmigo.
Vicente Luis Mora
Pdt:
Desde la ventana de mi estudio puedo contar las ramas de ese árbol, pero no lo hago, siempre me aburrió contar. Por las noches, desde el estudio, pienso en el resto del día, en las miradas que he evitado, y en la que me he visto caer, en lo que he leído, escuchado o imaginado, en la mujer que se tambaleaba en el andén del metro o en el niño que me sonreía desde el cochechito en el 41. Desde el estudio, a veces también recorro las calles de los lugares en los que he estado, tratando de recuperar recuerdos de viaje, instantes, palabras, para alimentarme de ellos cuando necesito vivir, escribir.
Aquí os dejo una ventana, aún por abrir.