24 noviembre 2007

Ella (VI)

Por aquel entonces, cuando el pretexto aún seguía siendo el frío, empezó a viajar sola. Ya no podía contar los meses de ausencia con los dedos de sus manos y el invierno amenazaba con ser duro. De modo que, de un día para otro, sin pensarlo, compró un pasaje de avión y huyó hacia el sur, en busca del calor que hacía demasiado tiempo que no sentía. ´
29 de Noviembre '06, Barcelona. El aeropuerto, el no-lugar más triste del mundo. Tomo café, sola, mientras intento hacerme a la idea de que en dos horas y media estaré en otra ciudad, a más de mil kilómetros de distancia. El cambio de ciudad, de contexto: el viaje. Este pretende ser un viaje atrás, a la tierra que dio a luz a mi madre, a mis tíos, a mi abuelo materno que no conocí; pero también un viaje hacia delante, un viaje que desea un futuro diferente, que parte de este presente solitario, en Barcelona.
Pasó tres días paseando por una ciudad que quería ser la suya. Lo notaba. Durante esas 72 horas pensó en él con todas sus fuerzas, como si así pudiese lograr que apareciese entre la multitud, en una de aquellas callejuelas de la judería. Buscó en cada uno de los rincones por los que él seguramente había callejeado, mucho antes de que se conociesen, sin hallar más respuestas que sus propias dudas. Se refugió en librerías, teterías, cafés, intentando, en vano, emitir señales de humo desde su cuaderno de viaje. Pero regresó sin lograr desprenderse de ese frío terrible que se le había agarrado al alma.

22 noviembre 2007

reflexión

hasta ahora había pensado que lo peor era el frío. pero no, una vez más se equivocaba, lo peor de todo es sentirse sola (y ahora el frío únicamente como tapadera, como mentira, como pretexto, como compañero en estas frías tardes de otoño que ha pasado sola, tiritando).

16 noviembre 2007

poética

"oscuro el borrador, el verso claro"


'Momentos de ceniza,
de pasear cogidos de los pies.
Momentos de duda,
de encuentro, de incertidumbre:
de olor a miedo.
Momentos de humo,
de pensar, melancólicamente, en sus pies'.

14 noviembre 2007

Ella (IV)

Lo peor es el frío. Siente frío en la ducha, en la calle, en la cama. Siente el frío en las entrañas. Ahora que ha dejado de contar los meses para contar los años: siente el frío del pasado, el del presente y el del futuro. Recuerda el frío del helado, de las olas rompiendo en sus rodillas, del avión que no llegó a tomar, del mármol de la mesa del Café. El frío de los brazos en los que jamás se ha sentido amada, en los que no se ha dejado amar, de los besos que le han robado en los últimos años (o meses, como ella se empeña en recordar). Pero el peor de todos es el frío del otoño deviniendo invierno, de las tardes que dan a luz noches sietemesinas, mientras ella siente el frío sola, tiritando, sin ni siquiera poder recordar sus abrazos.