28 agosto 2008

27 agosto 2008

I

Leyendo esto ('suponiendo que empezaras a murmurar un largo poema donde se habla de la Ciudad que también ellos conocen y temen y a veces recorren') te das cuenta de lo estúpida que has sido y reconoces otro sentido a la Ciudad, y te dices: además de recorrerte, el sentido de la Ciudad es asfixiarte, ponerte a prueba tantas veces como sea necesario. O eso anotaste el año pasado, en tu (no)viaje de verano. O eso crees ahora, tras haber respirado las calles de esa ciudad que creías suya, que has conseguido hacerte un poco tuya.