27 agosto 2008

I

Leyendo esto ('suponiendo que empezaras a murmurar un largo poema donde se habla de la Ciudad que también ellos conocen y temen y a veces recorren') te das cuenta de lo estúpida que has sido y reconoces otro sentido a la Ciudad, y te dices: además de recorrerte, el sentido de la Ciudad es asfixiarte, ponerte a prueba tantas veces como sea necesario. O eso anotaste el año pasado, en tu (no)viaje de verano. O eso crees ahora, tras haber respirado las calles de esa ciudad que creías suya, que has conseguido hacerte un poco tuya.

5 comentarios:

Anna A. dijo...

Celebro tu vuelta, tus respiros, tu mirar diferente.

No, hoy no me lo has dicho. Qué más da, si te lo noto en la mirada.
Te quiero mucho, mi niña.

Unknown dijo...

nena, ayer se me olvidó decirte que hace una semana empecé a leer las nocillas y me han gustado mucho, mucho. A ver si las acabo pronto...

Besitos

Tripolar dijo...

Podría decirse que lo único que conozco de ti es tu consonante inicial (C.) pero uno lee sobre asfixias y ciudades y me recuerdas la mejor manera de "huir" que por el momento he encontrado: largarse (de erasmus) aunque, ves, ya estoy hablando de otra inicial que conozco algo mejor.(A)

Tripolar dijo...

Por cierto, esto me publica como "fanática" y juro que yo no he tenido nada que ver y que sólo soy fanática de un par de escritores, una voz, de Bogart y del queso.

C. dijo...

Me encantaría saber quién eres, 'fanatica', no estoy acostumbrada a recibir visitas desconocidas en mi blog.