13 junio 2007

Prefacio

















Calle Salustiano Olózaga. Librería Hiperión

Calle Cabanelles. No hay librería

Bibliomaquia

Amo la oscura espalda

que asume la ciudad cuando atardece.

Bajo su toldo inevitable

alguna vez escribo.

Sobre todo, los sueños. Dónde irá

la gente, tan deprisa,

desandando esta ausencia de pájaros, buscando

refugio en los portales de la noche.

Porque los coches no saben su camino

y van como animales en querencia

a la casa, sin dudas, entre besos

que nos duran el tiempo de un semáforo

y un poco más; porque decir mañana

es casi discutir el más allá

(...) pero

del corazón espero

el latido que alumbra la mañana,

la hiperestesia urbana

y en la ventana sigo

viendo palidecer a las estrellas

en soledad conmigo.

Vicente Luis Mora

Pdt:

Desde la ventana de mi estudio puedo contar las ramas de ese árbol, pero no lo hago, siempre me aburrió contar. Por las noches, desde el estudio, pienso en el resto del día, en las miradas que he evitado, y en la que me he visto caer, en lo que he leído, escuchado o imaginado, en la mujer que se tambaleaba en el andén del metro o en el niño que me sonreía desde el cochechito en el 41. Desde el estudio, a veces también recorro las calles de los lugares en los que he estado, tratando de recuperar recuerdos de viaje, instantes, palabras, para alimentarme de ellos cuando necesito vivir, escribir.

Aquí os dejo una ventana, aún por abrir.